La
educación de adultos es regulada por los preceptos constitucionales. En su
artículo 154 expresa: «La erradicación del analfabetismo es tarea primordial
del Estado. Es deber de todos los hondureños cooperar para el logro de este
fin».
Por otra
parte, teniendo en cuenta los objetivos, estrategias y políticas educativas de
este sector, se manifiesta la necesidad de «orientar la educación en función
del proceso de desarrollo humano, fortaleciendo la autoestima del hondureño, la
formación integral del individuo y las potencialidades del ser humano».
A finales
del decenio de los 80 surgió en el departamento de Comayagua el Proyecto
«Educación para el Trabajo» (POCET), como una iniciativa piloto de educación
para el trabajo con destino a las comunidades rurales de Comayagua, pero con
proyección a toda la población campesina de Honduras, a fin de dar respuesta a
las situaciones de analfabetismo y, en general, de bajos niveles educativos que
frenan el desarrollo individual y social.
Se atendió
un total estimado de 7,660 personas entre jóvenes y adultos de 120 comunidades
de los departamentos de Comayagua, Intibucá y La Paz. La experiencia duró seis
años, y sus principales impactos se resumen así:
1. Población
preparada para participar con mayor conciencia y efectividad en el incremento de
la producción, y para satisfacer las necesidades de infraestructura social.
2. Se
estimuló el proceso de organización para enfrentar problemas productivos,
sociales, educativos y ambientales.
3. Se elevó
el ámbito de educación básica a los jóvenes y adultos.
4. Se logró
una estrategia metodológica contextualizada y los recursos técnicos como insumos
para replicarse parcial o totalmente.}

No comments:
Post a Comment